Los escritorios virtuales son una de las novedades que más tardaron en llegar a Windows, tras años presentes en otros sistemas operativos. Gracias a ellos, dispondrás de más de un espacio de trabajo diferenciado, algo muy útil para por ejemplo trabajar en uno y abrir el reproductor musical o las redes sociales en otro, y evitar que las ventanas se mezclen y amontonen.
Puedes crear todos los escritorios virtuales que quieras y moverte entre ellos desde la vista de tareas (pulsando el icono que aparece a la derecha de la lupa de Windows), pero también puedes recurrir a estos atajos:
- Crear un escritorio virtual: Windows + Ctrl + D.
- Cambiar de un escritorio a otro: Windows + Ctrl + flecha izquierda/derecha.
- Cerrar el escritorio actual: Windows + Ctrl + F4.
Fuente: PC Actual